Protégeme contra los enemigos en todas sus formas, presencias y rostros, que tu bendición esté conmigo siempre, de modo que no pueda ser alcanzado por los mal intencionados, y las malas influencias de los que pretenden engañarme con su amor y amistad, para después apuñalarme por la espalda.
Te ruego que me encuentres digno de tu bendita ayuda, pues de verdad debo cortar las energías envidiosas que me están afectando, crear un escudo a mi alrededor para evitar que vuelvan a alcanzarme, y sólo tú tienes el poder de asistirme para lograrlo.
Se que tu corazón, tanto en vida como después de trascender, está lleno amor, compasión y misericordia, por los que como yo, estamos afligidos, preocupados y con problemas de todo tipo.
Confío en ti, que nunca has dejado a nadie que pida tu ayuda, sin consuelo o asistencia, y con la esperanza puesta en tu nombre San Benito, de que darás favorable resolución a mi plegaria, pues las envidias con las que estoy lidiando, son muy fuertes y no puedo vencerlas sin tu apoyo.
Con gran respeto y fe te lo ruego.
Amén.
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