Amado Padre Celestial, te agradezco por regalarme un día más de vida y por el amor incondicional que derramas sobre mí.
En estos momentos de estrés, te ruego que me otorgues la sabiduría y la serenidad para mantener la fe en ti y en tu hijo Jesucristo.
Señor, vengo a ti con esta petición, para dejar en tus manos mi bienestar mental, estos días he tenido mucho estrés y sé que no es bueno para mi salud. Por eso te pido Señor, que en cada paso que dé, tu presencia y amor me acompañen, llenando mi corazón de paz y alejando la ansiedad que me aqueja.
Quiero que dejes el estrés fuera de mi vida, que no influya en mi salud física y mental, que pueda estar calmado y en paz. Tú, mi Dios, que en tu Santa Palabra nos prometes que cuidarás de nosotros a pesar de que sucedan tiempos difíciles, dame la confianza para dejar mis problemas a tus pies.
Te pido, Altísimo Dios, que me regales momentos de calma. Dame la paciencia para mirar los problemas con tranquilidad y buscar una solución adecuada sin dañar mi salud ni olvidarme de las cosas más importantes en mi existencia.
Dios Todopoderoso, te pido también por todas aquellas personas que, presas muchas veces de las preocupaciones constantes, creen que no hay salida y se rinden ante las dificultades, Ilumina su camino.
Me entrego a ti, Señor, y confío en tu misericordia y en tu amor constante. Deposito en tus manos este estrés que me hace mal cada día. Confío en ti ahora y siempre.
Amén.
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