Por el poder del universo, seco la sangre, orina, saliva o fluidos que tú, brujo, hayas usado en mi contra, también cierro tus tijeras, rompo tus navajas, bloqueo tus clavos y cualquier otra cosa con la que intentes cortar o romper cualquier aspecto en mi vida.
Con la luz de los astros, ahogo tus velas, veladoras, inciensos y fogatas, para que la oscuridad de tu lugar de brujería me cubra de ti, mientras los elementos en este ritual, limpian los rastros de mí en tú mente cuerpo y alma.
Con la energía del universo y mi gran deseo de alejarte de mi vida, desentierro tus trabajos, descoso tus muñecos y prisiones, trabo, confundo y anulo tus rezos, con el total apoyo de los seres protectores del universo, pues los seres universales rechazan tus acciones y defienden a los que requerimos justicia.
Con el poder protector de la sal, regreso a tus muertos a su tumba, a los espíritus negativos a sus planos, y con las mágicas y poderosas cualidades de este cuarzo amatista, yo debilito tu poder hacia mí, pues tu energía se transmutará, limpiará y quedará atrapada en él, por lo que tus brujerías no podrán alcanzarme.
Con el poder de 3 veces 3 de este trisquel, nada ni nadie pueda revertir tu debilidad mágica hacia mí, y aun cuando seas liberado de la sal que contiene tu maldad, y sea rota la prisión de tu energía, tus habilidades fallarán y te impidan dañarme de nuevo.
Mis guardianes hoy se hacen presentes, y me protegen con uñas y dientes, lo que notarás, brujo, cuando el gran karma de tus malos actos te alcance, pues el precio que pagarás es alto, y te será devuelto 3 veces para que el universo recobre su balance, y los seres universales regresen a ti solo lo que te mereces.
Así sea, así se haga y así será.
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