Oh, glorioso San Cristóbal, gran santo y protector de los viajeros, hoy elevo mi voz hacia ti con la esperanza de que cuides y guíes a todos los camioneros en sus largos recorridos.
Te pido que les concedas la fortaleza y el valor necesarios para enfrentar los desafíos de cada jornada, y que tu luz ilumine su camino en cada kilómetro que transiten.
Te ruego también que les concedas la sabiduría para tomar decisiones acertadas y la paciencia para enfrentar los momentos difíciles. Que sientan tu presencia a su lado, brindándoles consuelo en la soledad de la ruta y compañía en los momentos de incertidumbre.
San Cristóbal, tú que llevaste al Niño Jesús en tus hombros, intercede por aquellos que transportan bienes y sueños, que cada viaje sea seguro y cada carga, un símbolo de esperanza.
Protege a todos los camioneros de los peligros de la carretera: del mal tiempo, de los imprevistos y de los descuidos ajenos.
Acompaña a cada camionero en su viaje, bendice sus manos mientras manejan y que, al final de cada jornada, puedan regresar a casa sanos y salvos, reunidos con sus seres queridos.
Que la protección divina te acompañe en cada camino, y que siempre encuentren en ti un refugio seguro.
Te agradezco, San Cristóbal, por ser el faro que guía a quienes surcan las carreteras.
Amén.
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