Tú que eres un solo Dios en tres personas, te entrego mi vida y todo lo que me rodea, para que Tu poder infinito me defienda y me guíe en todo momento. Que alejes todos los enemigos que estén cerca de mí, tanto visibles como invisibles.
Oh, Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, te pido que extiendas Tu mano poderosa sobre mí y me cubras con Tu manto protector. Que Tu voluntad sea mi escudo, y que todo lo que se levante en mi contra se derrumbe ante Tu poder divino.
Aleja a los enemigos que intentan destruirme, a aquellos que desean mi mal o buscan mi sufrimiento. Te pido que les des a mis enemigos la oportunidad de arrepentirse, y que, si su corazón es malo, lo transformes por Tu misericordia.
Que Tu sacrificio, que venció la oscuridad, me fortalezca para enfrentar las pruebas y los ataques de los enemigos. Que, por Tu poder divino, los planes de quienes me desean mal se desbaraten y no se cumplan. Que mi fe en Ti sea un refugio de seguridad y confianza.
Espíritu Santo, Consolador y Guía, te pido que infundas en mi alma Tu paz, Tu sabiduría y Tu fortaleza. Que me des la claridad para reconocer las artimañas del mal y me brindes la serenidad para no caer en la desesperación. Con Tu poder, dispersa cualquier sombra de odio, envidia o malicia que se haya levantado en mi contra.
Santísima Trinidad, un solo Dios en tres personas, te entrego mi confianza y mi vida, sabiendo que Tú eres mi defensa y mi refugio ante cualquier peligro.
Confío en Tu divina justicia, que siempre prevalecerá, y sé que ningún enemigo podrá prevalecer contra mí cuando Tú, Señor, estás a mi lado.
Amén.
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