Oh pequeño gran duende del dinero, espíritu travieso y sabio que habitas entre los árboles, las sombras y la fortuna escondida, hoy te llamo con respeto, con humildad y con esperanza.
Hoy te invoco, duende mágico, para que vengas a mí y me ayudes a atraer el dinero que necesito, con rapidez, con fuerza y con buena suerte.
Oh duende del dinero, abre las puertas necesarias para conseguir el dinero que necesito, mueve las energías que estancan mi economía, aleja las deudas, la escasez y la preocupación, y llena mis manos con lo que merezco: abundancia, billetes, oportunidades y bendiciones financieras.
Haz que el dinero me busque, que llegue a mí por caminos inesperados pero justos, que fluya como un río constante y generoso. Tráeme trabajos bien pagados, negocios prósperos, sorpresas de riqueza, premios, ventas, clientes, ideas brillantes, y todo lo que me permita crecer y vivir en tranquilidad.
Te pido duende, que mi cartera nunca esté vacía, que mi cuenta bancaria crezca, que mis proyectos den frutos. Que el dinero venga a mí con rapidez, sin daños, sin trampas y con mucha prosperidad.
Te agradezco por tu magia, por tu ayuda invisible, por el impulso que me das. Te prometo cuidarte, darte tu lugar, y tratarte con alegría. Gracias, duende poderoso.
Que así sea.
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