Oh Querida Virgen María, Madre del Amor Puro, Reina del Cielo y del corazón humano, hoy me arrodillo ante Ti con humildad, esperanza y fe en tu infinita ternura. Tú que conoces el poder del amor, tú que guiaste el corazón de tantos hacia la felicidad verdadera, te pido desde lo más profundo de mi alma que escuches esta súplica sincera.
Tú sabes cuánto anhelo el amor de [nombre de la mujer], cuánto deseo tener la dicha de que su corazón se acerque al mío, que me mire con cariño, que sienta en su alma un despertar de emociones hacia mí.
Madre Santa, intercede ante Dios por mí, y pídele que toque el corazón de [nombre], no pido por un capricho ni por ego, sino por un amor que nace del respeto, del deseo de construir algo sincero, fuerte y duradero.
Que mis acciones lleguen a su alma, que mis palabras le transmitan paz y confianza, que mi presencia le traiga alegría y consuelo. Ayúdame a mostrarle lo mejor de mí, y que ella pueda ver en mi ser un compañero digno de su amor.
Virgen María, guía mis pasos para conquistarla con paciencia, nobleza y honestidad. Que sea tu luz la que siembre en su corazón esa semilla de amor, para que crezca limpia, libre y bendecida por Ti.
Te lo pido con humildad, con devoción y con todo el amor que mi alma puede dar.
Amén.
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