Oh glorioso San Ramón Nonato, tú que viviste la injusticia de quienes quisieron callar tu palabra por miedo a la verdad, hoy acudo a ti con humildad, buscando tu amparo ante las lenguas maliciosas que siembran discordia, daño y confusión.
Protégeme, santo bendito, de quienes buscan dañar mi nombre, mi honra, mi paz. Cierra con tu fuerza espiritual las bocas que hablan sin verdad, que juzgan sin saber, que siembran división por envidia, celos o maldad.
Calla las bocas de esas personas que sólo me quieren ver mal, que no escuche sus chismes, que me dejen en paz para que pueda continuar en mi camino. Que sus palabras no encuentren eco, que sus intenciones queden al descubierto, y que tu poderosa intercesión me mantenga cubierto bajo el escudo de la verdad.
San Ramón Nonato, hombre de silencio santo, dame también a mí sabiduría para hablar con prudencia, para no devolver mal por mal, para no caer en el mismo juego del chisme. Que todo comentario injusto se disipe, que toda calumnia se derrumbe, y que todo daño causado con la lengua se transforme en bendición.
Sé mi escudo ante los falsos juicios, y mi consuelo cuando me sienta herido por lo que otros digan. Que tu silencio cargado de amor me inspire a actuar con prudencia, a orar por quienes me atacan, y a confiar siempre en la protección de Dios.
San Ramón Nonato, ruega por mí, por mi hogar, por mi paz, y por la verdad que siempre triunfa.
Amén.
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