Amado Dios, fuente inagotable de toda vida, te doy gracias por el techo que me cobija y por cada pared que me protege. Hoy te abro las puertas de mi casa y de mi corazón, y te pido, con profunda humildad, que derrames tu bendición sobre cada espacio, llenándolo de abundancia, luz y armonía.
Padre Celestial, te suplico que alejes de este hogar todo espíritu de escasez, toda deuda que angustia, toda carencia que debilita, todo temor al mañana y toda energía negativa que impida que Tu prosperidad fluya con libertad.
Llena de abundancia mi hogar, que nunca falte el pan, Que la despensa siempre este llena, que cada factura se pague Y nunca falte nada. Te pido que abras los caminos de bendición para quienes vivimos aquí, multiplica nuestro trabajo, inspira ideas nuevas, y toca puertas y corazones para que la abundancia llegue desde fuentes esperadas e inesperadas, pero siempre con rectitud, esfuerzo y fe.
Te pido también, Señor, que alejes de nuestra casa toda envidia, toda palabra mal dicha, todo juicio, todo rencor y toda visita no deseada.
Derrama sobre nosotros una lluvia de bendiciones, que lleguen buenas noticias, buenas personas, buenos ingresos y oportunidades nuevas que nos acerquen al propósito que tienes para nosotros.
Que así sea, y así será, por Tu infinita misericordia.
Amén.
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