Glorioso San José, padre adoptivo de Jesús y esposo fiel de María, acudo a ti hoy con un corazón cargado de preocupación y con la esperanza de que escuches mi súplica.
Tú que conoces el valor del trabajo digno,tú que fuiste obrero, proveedor y ejemplo de paciencia, te pido que intercedas ante Dios por mí en este lugar donde laboro y en el trato con mi jefe.
San José Bendito, te pido que calmes su humor, que disipes su Mente y quites ese enojo, rigidez e injusticia. Siembra en mi jefe Comprensión, calma, humanidad y equilibrio.
Toca su alma con tu serenidad y tu espíritu de servicio, para que no actúe con ira, orgullo ni autoritarismo, sino con sensatez, respeto y justicia.
Siembra en el corazón de mi jefe la semilla de la paz, del respeto y del buen juicio. Y a mí, dame serenidad para sobrellevar esta situación con fe, con sabiduría y sin perder mi paz interior.
Aleja los gritos, las tensiones y los malentendidos. Protege mi integridad, mi esfuerzo y mi valor como persona. No permitas que el miedo, la angustia o la humillación se apoderen de mí por causa de palabras duras o actitudes injustas.
Confío en ti, San José, porque tú conoces los sufrimientos silenciosos del trabajador, y sabes cuánto anhelamos vivir en paz, cumpliendo con nuestro deber sin temor ni humillación.
Gracias, San José, por tu protección constante.
Amén.
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