Oh gloriosa Santa Rita de Casia, abogada de los casos difíciles y protectora de los corazones que sufren, hoy me acerco a ti con humildad, esperanza y sinceridad. Tú que conociste el amor, el dolor, la paciencia y la entrega, escucha mi súplica y acompaña mi corazón en este deseo que llevo dentro.
Santa Rita bendita, ilumina mis sentimientos y mis pensamientos, para que en mí habite un amor limpio, verdadero y honesto. Te pido que pongas luz donde hay dudas, calma donde hay inquietudes y fuerza donde mi espíritu se siente débil.
Te pido que la persona que hay en mi mente y en mi corazón pueda verme con claridad, sin distancias, confusiones ni malentendidos. Que, si es su voluntad y su libertad, se abra al verdadero conocer, valorar y sentir. Que nuestros caminos se acerquen desde la honestidad, el respeto y la mutua comprensión.
Te pido, que toques nuestras almas con la luz divina para que, si es justo y bueno para ambos, podamos mirarnos con sentimientos sinceros, con apertura, con afecto genuino y con la misma claridad que yo siento.
Santa de las causas imposibles, regálame la gracia de entender lo que este sentimiento quiere enseñarme, y dirige mis pasos hacia un amor correspondido, sano, pleno y bendecido. Purifica mis emociones, sana mis heridas, fortalece mi dignidad y abre para mí las puertas de un cariño que venga de Dios y que me haga bien.
Gracias, Santa Rita, por tu presencia, por tu amor espiritual y por tu ayuda.
Amén.

No hay comentarios:
Publicar un comentario